miércoles, 22 de mayo de 2013

Se murió mi PEZ (Y el pez por la boca muere)



Cuando llegué a casa me acerqué a mi pecera, como cuando alguien espera que su perro lo venga a buscar cuando llega del trabajo, bueno, así hago yo, voy hasta la cocina, y los saludo,  aunque no lo crean, mis peces son mis mascotas.
Eran las 23 hs. Había tenido bajas, pero quedaba Black.
Cuando me acerqué vi como mi pez  no se movía mucho, en realidad como que hacia fuerza para respirar, me agarró una sensación horrible porque no sabia que hacer,  como ayudarlo, y realmente aunque no lo crean, vi como el pez luchaba por su vida.
Nunca había visto algo igual. Es de no creer, pero lo vi. Me preocupé, llamé por teléfono a  una amiga (que tiene un novio que sabe mucho de peces) y  me dijo: “Bet, es un pez, no podes hacer nada, se va morir”.
Me resigné. A veces solo hay que resignar cuando no podes hacer nada.
Me quedé observándolo, como vi que las plantas de decoración lo estorbaban, se las saqué y solo me quedé mirándolo. Cuando me fui por un segundo a la habitación y volví hacia la cocina, lamentablemente  mi pez había muerto.
Lo saqué de manera suave, lo apoyé en mi mano, me quede mirándolo,  luego lo tiré. 
Lloré. Lloré Mucho.


Cuando pensé que era realmente lo que estaba llorando, pude notar, que no lloraba al pez, si no que lloraba por la impotencia de  no poder hacer nada, lloraba por no saber que había pasado, pensé, ¿Le di de comer de más? ¿Hice algo mal? ¿Cómo es que no me di cuenta? También pensé  “llorás porque viste  el esfuerzo que hacia el  pez, Bettina”. ¿Y por qué no?

la perdida.
Pensé, cuantas perdidas en tan poco tiempo …Cuantas

Buenas Noches!!!
Reconozco que el tema de las perdidas no es un tema alegre, pero confíen en que el blog luego de volar por los aires y ver y sentir muchas cosas bellas en el exterior, tiene un final lindo.
Me gustaría decir feliz...Pero ya sabemos que se dice de los finales felices …

Pérdidas

Hace unos días pasé por Chacarita, más de una vez, más de lo que me hubiera gustado, en menos de una semana estuve ahí dos veces. Imposible no estar con gente que quiero mucho y que suma tanto en mi vida, un abrazo en el momento justo, es lo que hace muchas veces que el dolor sea más llevadero.
Pensé en que se mantiene lindo por las flores de mentirita, son tan coloridas… y lo loco es que son de mentira, siempre estoy en pos de la verdad, y ahí dije, bueno en este caso funciona.  No todo tiene que ser de una manera, a veces es lo que es y ya.
Las perdidas físicas son difíciles de llevar. Para mí, ellos, los que se mueren, están dando vueltas alrededor nuestro y nosotros los seguimos llorando porque los extrañamos. Es una perdida que creo que uno aprende a llevarla con el tiempo, pero cuesta, claro que cuesta.
Está también la pérdida simbólica, esto es  cuando una persona simplemente se evapora de tu vida, se va, se muere. Es horrible pensarlo así, pero es así.  Es también un Duelo. No está más, no tenés más contacto, no sabes nada, esa persona de alguna manera se muere en tu vida, aunque sabemos que difícilmente se muera o desaparezca en los pensamientos, en los recuerdos, en los objetos o hasta quizás en algún momento del día, cuando cruzas una calle, y ves algo que te lleva a esa persona. Es como entender que esa persona no está más, por el motivo que sea, y es como saber  también que hay cosas que estarán siempre ahí.
 Hablo de una pareja como también de amistades, familia, etc.

Perdida Bella

Quiero hablar de una pérdida que tuve hace unos días. Pérdida difícil  que me iluminó. O sea una pérdida que fue dolorosa pero también bella.
 Perdí, por decirlo de alguna manera, una parte mía que no me gustaba.
¿Es raro no?- Lo sé. Pero lo que quiero transmitir es que hay una perdida que es bella, y es cuando perdés algo de vos, de tu formas, de tu comportamiento,  cosas que  no nos gustan de uno mismo que se empiezan a ir, por madurez, crecimiento, decisión o simplemente porque otro te lo muestra y en ese instante eso “se va”
Hace poco, perdí algo mío que no me gustaba, no quiero entrar mucho en detalle de que fue y cómo exactamente, porque no  es el punto; si no  el poder compartir lo que es el darse cuenta cuando uno dice: Basta. Basta de esto.  Yo dije: Basta de esto. Y más que decirlo, lo sentí en el cuerpo.
Quizás vos decís: basta, o quizás en algún momento dijiste basta también. 
Quizás dijiste: Basta de esta manera,  Basta de esta forma, Basta de relacionarme así, Basta de mentirme, Basta de hacer las cosas para quedar bien, Basta de convencerme que esto es la felicidad,  Basta de tener miedo. Hay Millones de bastas. Algunas personas los tapan, otros los atraviesan, otros creen que ya lo atravesaron y el día menos pensado, por un hecho equis, se dan cuenta que no habían terminado con eso que creyeron cortar.

Es difícil y es enroscado, lo se. No todos dicen basta de de verdad. Es más, la mayoría dice Basta de mentira y vuelven a repetir la historia, porque es “más fuerte que ellos,” es más fuerte que uno mismo.
Es una batalla, o mejor dicho,  una guerra, donde  no hay que darse por vencido.

Te cuento, la sensación de dejar ir una parte mía, fue contradictoria. Por una parte es aliviador darse cuenta de los pequeños monstruos de uno, y por otro lado, es difícil despegar lo que llevas con vos mismo hace tanto tiempo.  Aliviador y Difícil. Ninguna de estas dos emociones las podemos  controlar. Es lo que es. Cuando haces  determinados actos que no  te hacen bien, o estás metido en una situación que no te convence del todo, mi amigo el tano dice ¿Cuál es la recompensa oculta?

En eso que estás haciendo, que no estas convencido, tenes una recompensa, aunque no lo creas, queriéndolo o no, teniendo voluntad en ello o no, hay una recompensa en eso. Haciendo eso, estando allí, la pregunta genial es ¿Qué estás  evitando realmente?

Es como cuando una persona te dice: estoy con dos  personas, “No se a quien amo”. Y uno de afuera le dice: a ninguno. Pero la persona insiste con que ama a los dos. Una vez mi amiga Paula dijo una gran verdad: estando con dos personas, no te la jugás por nadie, ni por uno, ni por el otro, ni por uno mismo, porque al final no sucede nada y en esa “no elección” estas decidiendo que nada ocurra.
Si perdes un monstruo tuyo,  si perdes algo de vos que no te gusta… ¿Qué puede pasar?
 ¿Por qué nos costara tanto soltar lo malo, lo negativo? Yo pensé, si me desprendo de esto, ¿Qué será lo nuevo?  ¿Qué será lo oculto?
Esa incertidumbre  a lo nuevo, a lo desconocido, si accionamos nos llevaría a un  cambio,  a una  transformación, a algo distinto que generará  cosas diferentes y resultados diferentes.
Depende de cada uno, estar preparado, y tener la capacidad de verse a uno mismo….
Si uno dice Sí,  es decir sí,  para dejar atrás lo que no nos hace bien, lo que no construye, lo que daña, lo que paraliza, lo que no permite que uno sea autentico, se relaje y sea uno mismo. Hay que poder soltar lo que nos perjudica.

Pensé, que difícil sentir felicidad por  dejar atrás lo que no construye en nuestra vida,  y pensé, que difícil verlo. Que doloroso es darse cuenta.  No se si todos se animan a verse.  Pero cuando lo ves sentís mucha tristeza por verlo, mucha alegría por verlo y por sobre todas las cosas mucho alivio, porque hay algo que se va. Es una mezcla de sensaciones.
La perdida de los monstruos de uno, de los miedos de uno, son como manzanas ricas y jugosas, que no las querés soltar, pero sabes que son venenosas… es como saber que tenes que ser mejor en varios aspectos pero te cuesta mucho.
 Es esa sensación de tener una voz interior que te dice: “acá no es”, vos sabes que por acá no es, pero a veces es más fuerte que uno.
Pasé mucho tiempo viendo como gente que quiero se estrellaba, y hoy entiendo que así como yo perdí  algo mío, todos tienen  su tiempo, su momento para darse cuenta de sus miserias, o de lo que quieren cambiar o no.  Pero también algunos quieren seguir por el mismo camino siempre. A algunos no les interesa estar mejor, o pueden convivir con eso, que no los tiene muy feliz, pero pueden seguir por ahí.

“Me hubiera gustado ser linda y tonta” me hubiera evitado varios quilombitos en mi vida. (risas)

Mi pez murió, y al margen de que compré otro en breve,  necesitaba dedicarle un blog a él, porque ahí me cayeron las lagrimas, porque ahí me dí cuenta, y ahí fue donde me di la oportunidad de decir: “No quiero más esto para mi”.  Hubo un antes y un después.
Mi verdad parcial dice, que es sano darse cuenta, mi verdad dice, que la flexibilidad habla de una gran grandeza, que el dialogo es fundamental entre las personas, que siempre está bueno que si el otro no la ve, “se lo digas claramente”.
Creo que está bueno preservarse pero seguir siendo uno, y creo fielmente que no hay que hablar de más. Que nunca tenes que olvidar que tenes a otro enfrente, con una historia, con un mundo, con heridas y victorias, y que cuidarlo y serle honesto habla de quien sos.
Se murió mi pez (me duele) y el pez por la boca muere. (No hables de más)
Todos tenemos una oportunidad de revisar quienes estamos siendo porque cada minuto que pasa es la oportunidad de cambiarlo todo.

Hace años el  dijo: “el amor nos salva”. Estábamos maravillados el uno con el otro, y luego esa maravilla se terminó.  Lloré 4 meses que la maravilla haya terminado. Los conté.
Lo castigué al pobre hombre muchos meses, muchos años, echándole la culpa,  muuuucho pero muuuucho, mucho tiempo. ”Vos me dejaste”. “Vos terminaste con esto”. Vos, Vos y Vos!
Nos encontramos hace unos días (nuestra relación termino hace 5 años)  tomamos algo rico, y nos miramos y me dijo: “necesité todo este tiempo para volver a vos. Creo que hoy estoy preparado para estar al lado tuyo”, Y yo le dije: necesité todo este tiempo para entender por que no quisiste estar al lado mío... Vos tenías razón.  No se podía estar con una persona que lo único que hacia era boicotear esa relación. Vos me dejaste, pero yo te dejé primero. Perdón por no haber dejado que nuestra historia sea.
Nos besamos fuertemente y nos despedimos. Nuestro Amor, con todas las cosas que pueden tener dos personas de 25 años, quedó allá y hace tiempo. Seria bueno volver el tiempo atrás…
Lo mágico y lo lindo es que pudimos reencontrarnos desde el crecimiento y desde la madurez, y lo lindo es que nos seguimos queriendo, y que más allá de todo, estamos el uno para el otro.

Las pérdidas son muchas veces la salvación.  Son el darse cuenta. Son el comienzo de un camino nuevo. Las pérdidas son reales y desde la falta, desde el vacío, uno se pregunta: ¿Y yo que quiero?
Descubrí que el llenar los espacios de palabras me hizo olvidar lo que era llenarlos de suspiros, hace mucho que no suspiro, hace mucho que no siento ese momento incomodo, ese silencio terrible que te hace transpirar. Es una decisión sentir eso, es la decisión de volver, como dice mi amigo Juan: “entregar las Malvinas”. Entregar el corazón una vez más.

Yo no quiero contradecir a Mi viejo amor, pero lo voy hacer. Cuando él hablaba de que el amor nos salva siempre, el hablaba del amor de pareja,y yo copié ese concepto errado, porque estas semanas me llenaron de amor los que me rodean, los que me conocen, los que me perdonan, los que se ríen de mi, y conmigo, los que me aguantan, los que me callan ,  ellos me hicieron reír, me cebaron mate, me mimaron. Ellos. Y no son mi pareja. Dieron amor a mi mundo.  El amor nos salva, estaba errada en el concepto de qué amor era el que nos salvaba.

Siempre podemos seguir resignificando lo que sucedió, podemos verlo de una manera, y con tiempo, claramente, lo veamos de otra.
Sobre una determinada situación podemos echarnos la culpa, o comprender que así debía ser, o podemos pensar, con el tiempo, que fue lo mejor que podía pasar. Eso dependerá de la apertura emocional, la historia, la flexibilidad y la manera de amar y encontrarnos  con nosotros mismos.

En Panamá cuando me iba de la habitación vi una panameña muy joven trabajando seriamente, le dí un poco de charla, le dije que me perdonara por tener el maquillaje medio tirado, por ser medio desordenada, a lo que me respondió: “Tranquila, no pasa nada”. Le dije que me gustaba Panamá, el clima, etc. y le tiré dos chistes. Se rió. Al otro día volví hablarle como si nada. Y le dije que me quería llevar los shampoo chiquitos, si podía, me dijo: “claro que sí señora”. Y me fui dejando todas mis maletas ahí con todo, le dije: “que tengas lindo día”. (Yo en dos horas ya volvía para hacer el check out)
Cuando subí rápidamente a la habitación para hacer el check out  me encontré con tres shampoos y con un papelito que decía lo siguiente:

“Hola que le vaya bien en su viaje,y espero que regrese pronto, fue un placer atenderla”

Me reí, me emocioné, y pensé…
Si a la gente le das alegría, te devuelven alegría
Si le das miedo, te devuelven miedo
Si le das caos, te devuelven caos
Si no los escuchás, no te escuchan
Si no percibís, no te perciben
Sino te lo permitís, no se permiten
Si no das amor y tranquilidad, no te devuelven ni amor ni tranquilidad
Y si das amor, claramente te devuelven Amor.
Hace un mes quería cambiar mi pasado, quería tener la oportunidad de ir tres meses hacia atrás.  Pero entendí que no se puede, no se puede.
No se puede cambiar lo que ocurrió, y no solo eso, sino que a veces para seguir, lo único que hay que hacer, “es dejar el pasado atrás”.
Dejalo atrás

En La soledad, encontré la totalidad, perdí y dolió, pero si no hubiera sucedido de esa manera , yo jamás me hubiera dado cuenta.

El amor  “ el enamoramiento” es eso donde dos personas quizás se miran, quizás se ríen por algún motivo sin importancia, quizás no se conocen pero se sienten, es eso hermoso que lo sentís y cuando está en tu cuerpo la mirada se ilumina, sonreís y no te das cuenta que estas sonriendo,  el amor es eso que te llena el alma, quizás fueron segundos en un bondi, quizás en una fiesta donde te encontraste hablando con alguien, quizás con esa persona que dormís hace mucho tiempo, hace muchos años o simplemente, él viene a tu vida y sé va.

Se fue pero que bueno haberlo sentido, que bueno que el corazón lo haya sentido. Corazón por favor no dejes de Lartir

Morocha, Vuelta de página :)
Tranquila Mamucha, nada fue en vano. Para que lo repito: " Nada fue en Vano"

Gracias por leerme
Bet