miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mi PrOpiA GuErRA*

Una frase que me impactó muchísimo hace tiempo fue: “Hacen la guerra para conseguir la paz”
Interesante frase para pensar y reflexionar… y seguramente cuestionar.
En ese momento pensé: “Muchas veces me encuentro en medio de batallas interminables, usando todos mis escudos y armas; pero aun así,  diciendo quiero paz


Pensé en mi propia guerra, en mis batallas ganadas  y lógicamente en  las perdidas. Pero sobre todo pensé en mis soldados, los que estuvieron ahí, firmes; y  también pensé en  mis enemigos, los que contribuyeron para hacer de mí, la mujer que soy hoy.  Es muy frase de libro de autoayuda decir: “Tus enemigos te hacen más fuerte”. Yo creo que es real.

Decidí  pensar entonces, en Mi propia guerra. Llena de momentos (no tan lejanos), de  lugares, aromas y climas diferentes, y con muchas personas maravillosas, que construyeron Mi Historia.
Esa guerra loca, esa lucha…contra quién? Llena de momentos únicos, de  llanto, risas y también mucha magia. Como siempre digo, mi cuento más hermoso y más irreal es el que me cuento a mí misma.

Las peleas con vos
Una pelea que va de acá para allá; una guerra donde tu único enemigo sos vos mismo. Tu soldado más torpe, más despistado, solitario, que quiere seguir batallando en vez de parar y volver a casa de una buena vez por todas.
Por fin, después de millones de horas, de noches enteras, de películas interminables, y canciones  enormes que llegan al alma, y más luego de todo eso, con  mi llanto sanador, descubrí que ya es tiempo de volver a casa.
Buenas Noches, acá vamos…de fondo, escucho “La Orilla de la Chimenea” cantada por un Ángel que alguna vez me sostuvo… de la mejor forma que una persona puede sostener a otra. El comienzo de algo. Un ángel que me lleno de amor en segundos, sin saberlo.

Ahi va

*Cuando ella entró a casa un viernes, me dijo “tengo que contarte algo”. Juro que cada vez que me dice así, tiemblo. La amo, es mi amiga, la admiro, pero también la conozco y cuando me dice así, es porque está metida en algún lio.
Retuerce sus labios, se ríe nerviosa y me dice, “escucha”...
Esta vez no fue la excepción, me lo contó. Yo, en vez de ser una amiga pasiva, de esas que contienen,  enloquecí y empecé a gritar: “¿Por qué te haces esto?” Le gritaba una y otra vez, “¿Por qué te lastimas a vos misma?”. Una vez más, estaba con un flaco que no valía dos mangos. Creo que en ese momento habrá pensado “¿Para qué le conté?”. Sin importarme nada, la agarre, la lleve hasta el baño, la puse frente  al espejo  y le dije “¿Qué ves?”; “¿Qué mujer ves?,  porque claramente, estamos viendo mujeres distintas”. “Yo veo una mujer hermosa, ganadora, brillante”.  Ella también se miró…pero no dijo nada.
Días más tarde, me escribió  “Gracias Be, me vi y me dije de todo”
Nunca le conté que eso es algo que hago conmigo misma bastante seguido. La vi y me vi.
Quizá por eso enloquecí.
Conté la historia de mi amiga, porque muchas veces estamos en situaciones donde los de afuera nos dicen a gritos, cosas que no queremos escuchar ni ver. Confíen en los suyos. Porque seguramente en más de una oportunidad no sean realmente conscientes de lo que están haciendo o viviendo.  Cada vez que digo esto recuerdo una gran película: “Una mente brillante”
El actor principal tiene una enfermedad que no le permite distinguir la realidad de la fantasía. Sin embargo, la mujer que lo ama, pone su mano en el corazón de él y se convierte en su guía. Nuestros amores, en más de una oportunidad, son nuestra guía cuando no podemos distinguir que estamos haciendo.

*Esta persona es diferente. A él no fue necesario pararlo frente a un espejo porque, a mi entender, él es una persona que decide vivir en el conflicto. Ese es su lugar de confort; aquél donde su mente no le permite pensar de forma “normal”. Tal vez, porque está cargada de momentos intensos, llenos de gritos, peleas, dejando así a un lado, el mundo real.
Me senté con él a tomar un café en reiteradas ocasiones, pero nunca logre nada, dándome finalmente por vencida. Recuerdo estar con él diciendo una y otra vez: “¿Por qué no te quedas solo?”; “¿Por qué no experimentas la soledad? Estoy segura que en ese momento aparecerá algo o alguien. El Universo tiene un plan para vos”
Pasando de una relación a otra, saltando de cama en cama, difícilmente pueda enfrentar aquello que tanto teme: LA SOLEDAD. Esa que acecha sus pensamientos, que le impide algo tan simple y sencillo: “ser”
Seguiré cerca de él, pensando que algún día podrá ganar su batalla personal.
*Definitivamente, Valeria  es  mi alter ego más amado. Llena de historias de amor, siempre rompiendo corazones, viviendo de aquí para allá, en miles de historias. Ella es una de las pocas personas que logra mi atención. Cuando me dice: “Tengo que contarte algo” yo quiero sentarme a su lado y escucharla.
Sus batallas ganadas pude vivirlas de cerca. Sus derrotas me rompieron el alma y su tristeza parte en dos a cualquier persona. Cuando llora, es una nena en el cuerpo de una mujer de 37 años. Su guerra es de esas que  no terminan, de esas luchas que son interminables y cuando  comienza a haber un poco de paz, ella mágicamente la rompe, se destruye...
Su historia más hermosa fue de  película, con un francés, con quién, hasta llegue a pensar que la perdía y se iba a Francia nomas. Pero no, al final se cansó, y me presento a un nuevo novio… un niño de quién estuvo muy enamorada y por quién sufrió mucho ya que él nunca se la jugo. Sin embargo, cada vez que hablaba de él sus ojos brillaban como nunca!
Siempre lamente que esa historia no ocurriera; nunca entendí bien el porqué. Ella al tiempo se puso de novia con otro… un amargo. Yo no soy de celebrar las infidelidades, pero ella me conto una  MARAVILLOSA. Me dijo así: “Lo vi al niño  en un boliche parado y  le di un beso porque en ese momento eso fue lo más importante del mundo. Hicimos el amor toda la noche y fui feliz” Imposible enojarme… sí le dije: “No sigas con alguien que no amas”
Tiempo después la habían traicionado.  Creo que el momento divertido fue cuando me acerque hasta su casa, y ella pregunto: “¿De qué tengo que desprenderme que se relacione con él?” Y yo muy tranquila le dije: “De todo lo que sea necesario”  Fue así como la casa de dos pisos, quedo vacía. Ella, a diferencia mía, no lloraba en la ducha. Ella decía: “Las cosas pasan por algo, y todo tiene un motivo” Y mientras tanto, tiraba peluches hermosos  por el balcón. Nos reímos tanto… dentro de lo que se podía...claro
Siempre me pregunto cómo hacen las personas para no llorar y para cerrar tan fácilmente algunas historias. Yo dije: “No lloras porque no lo amas”, a lo que ella me contesto: “No lo hago porque no puedo llorar”. Sinceramente, no la entendí. Yo lloro todo el tiempo y me emociono con mucha facilidad, así que para mí, eso de no llorar sigue siendo una incógnita.
Al tiempo, se fue por un año de mochilera al Sur. Pero siempre seguimos en contacto. De más está decir que le  encanto un sureño y se quedó dos años allá hasta que lamentablemente un día  me llamo y me dijo:“Esta vez el que no se anima es él. Me vuelvo a Baires”
Pasaron muchos meses hasta que nos encontramos nuevamente. Para entonces, ella ya no tenía ganas de contar historias. Ella estaba esperando EL capítulo. Todavía seguía esperando LA historia de amor.
El darse cuenta que era ella misma quién estaba en contra de lo que tanto quería y sentía, la devastó. Declaraba que quería una historia de amor pero sin embargo sus acciones, sus elecciones, sus hechos, iban totalmente para el lado contrario. Así fue como perdió mucho peso y comenzó a enfermarse muy seguido. Todo tiene que ver con todo, y el cuerpo no habla, Grita.
Ella decía que quería paz, pero hacia lo imposible para no tenerla; decía que la buscaba y en realidad corría escapando, para que eso no sucediera. Hasta que un día maravilloso y  triste a la vez…lo vio.  Entro en crisis, algo sucedió…no sé qué fue, pero lo vio. Se vio en su hermoso espejo  y por fin Lloro. Y Lloro mucho.
Gracias Valeria, hermosa, por dejarme contar sobre vos. Hoy ella es pura luz. Simplemente se lo permitió. Se permitió ser feliz. Una vez me dijo: “Todo el tiempo creí que mi búsqueda estaba orientada a encontrar paz, cuando en realidad lo único que necesitaba, era aprender a amar”

¿Por qué cuento esto?  Porque  escucho a los demás y me escucho a mi diciendo lo mismo muchas veces. Escucho a muchas personas diciendo: “Quiero ser feliz”, pero no hacen nada para lograrlo. Escucho: “No quiero saber más nada…”, pero no se alejan de esa persona que les hace daño. Escucho, leo y me pregunto: “¿Por qué?”; “¿Porque seguimos todos en guerra con nosotros mismos?; ¿Qué beneficio encontramos en esa oscuridad?” 

Ella dice que lo ama y le pone miles de condiciones. Ese es su amor.
Él dice que la ama y a la semana no la ama. Duda…
Él no la suelta porque no quiere perder nada, ella es algo que le pertenece y no quiere perder.
Ella  no le da libertad, no respeta sus decisiones, lo obliga a determinadas cosas.
Él no le demuestra amor,  porque no puede.
Ella no se permite olvidar su pasado y como consecuencia, sufre todo su presente.
Él quiere cambiarla, ella quiere cambiarlo. No se puede.
Ella le reclama, el no hace nada. Él la ama.
Él la caretea, ella no le permite ser real. Y él se está creyendo eso.
Él no se permite ser  feliz y arruina todos los momentos; los oscurece y luego se arrepiente.
Ella se enamoró un día, pero ya tiene su amor y elije, aun dudando.
Él no la cuida como ella necesita…pero la cuida a su manera.
Ella no se cuida a sí misma; ¿Por qué va a cuidarla él?
Él es incapaz de amar, pero quiere que lo amen y lastima en su  accionar.
Ella fue auténtica y salió de la zona de confort, en busca de un amor verdadero.
Ellos se aman a su manera. Se pelean, se aceptan, se aman…punto

Creo que todos tenemos una guerra personal. Todos. Solo que algunos, tienen una guerra más pacífica que otros, donde lo que priorizan es el amor propio, porque ante todo para poder amar a alguien, debemos aprender a amarnos a nosotros mismos.
Una guerra pacífica, donde antes de acusar con el dedo al otro, te preguntas qué estas haciendo vos para, quizás, provocar eso en el otro.
Estas batallas  interminables donde hay que soltar lo que no nos hace bien, y permitir que lo nuevo y maravilloso suceda.
Nadie dice que es fácil, solo hay que desearlo y tener la voluntad hermosa de, un día finalmente, querer volver a casa.
LE DEDICO MI  BLOG A MI ALTER EGO MARAVILLOSO, A MI PEQUEÑA FLOR QUE RESISTE RODEADA DE MUCHA MIERDA, QUE INTENTA, JUEGA, Y MAS ALLA DE TODOS LOS LIMITES, SIGUE EN LA BUSQUEDA CONSTANTE DE SER MEJOR.

A ELLA, QUE PELEO, QUE LA DERROTARON QUE ENTREGO SU PODER, Y QUE POR FIN LO RECUPERO.
SE LO DEDICO A MI ENEMIGA MAS LINDA, A MI SOLDADO MAS FIEL, A MI GUERRERA PACIFICA.
A MI MISMA.


Ya es tiempo de volver a Casa

miércoles, 22 de enero de 2014

*Hoy Te Toca ser Feliz*

Mi amiga se hizo un tatuaje con esta frase, automáticamente le dije: “me quiero hacer uno” y me dijo: - Mmm, lo vemos. La respeté la gente suele ser muy particular con respecto a los tatuajes.  Y más Juli!!! Pensé, Bet, ¿por qué te lo querés tatuar? y rápidamente me contesté: Por si algún día me olvido.

No te Olvides de ser Feliz

         Hola, decidí escribir algo que particularmente me llamó la atención, a horas de dejar mis hermosos 30 quería compartir algo con ustedes.

         Vi un video de una mujer que se llama Lizzi Velasquez, tiene una enfermedad de nacimiento, enfermedad que no se encontró la cura. Ella y dos personas más sólo padecen esta enfermedad. La misma consta en comer cantidades de comida y no engordar. Desde muy pequeña que sufre esta enfermedad que le ha traído otros problemas paralelos como por ejemplo, la vista, la audición y demás por no poder estar correctamente alimentada y tener un crecimiento normal. Lo que me llamó la atención de esto es que Lizzi se dedica a charlas de motivación, ella misma con todo lo que sufrió por su aspecto decidió salir adelante y mostrarle al mundo otra cosa, otra forma de ver las cosas, otra manera, otra visión. Vi muchos videos de ella y me sigo sorprendiendo cómo logra reírse de su historia, cómo logra de alguna manera llevarlo adelante. Insisto en que ella es motivadora, y que ella en algún punto con todas sus dificultades, logró ser lo que siempre soñó ser.

         Cuento esto, porque hay un punto en particular que me hizo pensar. Ella cuenta que cuando era chica, sus compañeros la cargaban y que una vez le dijeron “por qué no te pegas un tiro, y le hacés un  bien al mundo, sos un monstruo”.

         Ella cuenta que en ese momento sintió un gran dolor, y que decidió lo siguiente, decidió que cada vez que alguien la insultara o le dijera cosas horribles, ella iba a tomar eso para subir un escalón más hacia sus sueños. Pensó: cada insulto lo voy a convertir en un paso más a mis logros…

         Lo maravilloso es que lo logró. Ella cuenta que uno a uno fue cumpliendo todos sus sueños. Y es una mujer con un optimismo increíble.

Hay algo que me hizo reflexionar sobre mí, y es lo siguiente: ella dice que en algún punto tuvo que pensar quién era ella realmente. Si su aspecto, lo que los demás veían de ella, o lo que ella era realmente por dentro y ella dice que en un momento cuando nadie quería ser amigo de ella pensó “Soy muy divertida, se lo pierden”. Y automáticamente dijo que siempre se iba a hacer esta pregunta. ¿Qué es lo que define mi persona?, ¿Quién decide qué soy yo?

         Me pareció genial. Y yo te pregunto a vos, ¿qué te define a vos como persona?

         Hace poco escuché muchas historias de gente que dice que ama, pero no ama, de gente que está en una relación, pero no quiere estar, personas que sólo buscan conflicto tras conflicto, y seguir viviendo con eso, mentirosos, mentirosas, caprichos dando vueltas por ahí, personas que se jactan de ser de fierro, pero se la pasan ocultando, aquellos que dicen “voy de frente”, tengo códigos, pero automáticamente con el accionar están haciendo otra cosa, los que hablan de sinceridad y no te miran a los ojos cuando hablan. Entonces, me pregunté, además de mentirse a ellos mismos, ¿qué los define como persona?, ¿lo que ellos dicen que son, o lo que sus actos demuestran?

         ¿No hay duda, no?

         Son tus actos los que te definen como persona, tus  hechos, no tus  palabras. Tus formas de comunicar, de comportarte, de decir, de hacer, de no hacer, de amar. ¿Y si podés?  De hacer el bien, de soltar o no.

         Admiro a los que corren riesgos, a los que se caen y se vuelven a levantar, admiro a  la gente transparente, a los que tienen buenas intenciones, a los que dan sin pedir nada a cambio, a los que dicen cosas muy dolorosas en la cara, porque entienden que muchas veces es la mejor manera de ayudar al otro. Me cae bien la gente que no lastima en vano, y que es clara, los que no juegan con el otro, y los que son lo que dicen que son, y son consecuentes con sus dichos y sus actos. El equilibrio del cuerpo, el alma y el espíritu.

         Me retiro de mis hermosos 30 con un aprendizaje muy importante, no hay nada más hermoso que querer bien, que buscar la tranquilidad, y la paz en el corazón y en los tuyos. Que a la hora de decidir qué hacer, sea uno el que vaya por el camino correcto, que se entienda que es uno el que decide su propio camino y su propia historia.

         Mamá dice que parezco últimamente testigo de Jehová, hablando tan amorosamente, pero quizás, es que por primera vez entendí que para encontrarme, tuve que perderme mucho tiempo. Y qué bueno que me permití perderme.

         A veces pienso que lo que me define como persona, es la gente que tengo cerca, y que como ellos son maravillosos, y más de una vez me regalan una linda sonrisa, claramente voy por el camino correcto.

         Es increíble pero a veces la vida está relacionada, con “soltar” lo que alguna vez nos salvó.

         Hoy dejo atrás lo que muchas veces me mantuvo en pie.

         El caos.

         ¿Cómo puede ser que el caos te mantenga en pie? Simple, porque está ocupando un espacio, porque ocupó un espacio, que claramente era para otra cosa, más real, un hecho natural, seguramente más difícil.

         Si ocupás tu tiempo en algo, en alguien que no vale la pena, es porque no le estás dando lugar a lo que verdaderamente tiene que estar sucediendo.

         Abrí los ojos. Escuchá a los grandes maestros que están en todos lados, y permitite ser apasionado y flexible.

         Abrí los ojos, Porque puede ser que esté ocurriendo en este preciso instante y no te estés dando cuenta.

         Me dijeron:

         ¡Estás re loca!

         Y contesté:

         Si. ¡Y no sabés el tiempo que me llevó lograrlo!

         Verdades Parciales Mías, Hoy más que nunca te digo y te repito "Sé Feliz"

BE



lunes, 11 de noviembre de 2013

* R-U-I-D-O-S-*

*O TAL VEZ NUNCA EXISTISTE, FUISTE MI MEJOR INVENTO*


Confieso que la construcción de Urquiza me está colmando los nervios, hace 8 meses que a las 8hs, arrancan los obreros con el taladro y otras yerbas.  Para colmo, a falta de una, hay dos construcciones. Creo que ya sé todo lo que pude aprender de albañilería. Los observo mientras me seco el pelo, los miro desde mi ventana. Confieso que  extraño levantarme con el despertador, y no con este ruido,  extraño el silencio de la mañana.

Agotada del ruido constante.
Pensando en esto, decidí escribir sobre el Ruido dentro de nosotros mismos.
 Sobre los gritos dentro del cuerpo, las marcas, las heridas, la angustia, la falta de salud, el dormir mal, y la cura actual de “Tomate una pastillita”.  Ese ruido, que hasta parece que algunos se acostumbran a tener. Ese ruido que no se apaga, que no calma, y que  muchas veces las personas lo disfrazan de algo que no es.  
Lo llenan, lo ocultan, lo tapan.

No lo tapes, porque cuando salga, será peor.




RUIDO

Este hecho me hizo ruido.
 Tenía que hacer tiempo y me senté en un bar de la calle Moreno.
 Tenia pensado simplemente tomar un cortado, y ver mi agenda, no mucho más.
 Lo cierto es que la voz de una mujer me llamó la atención, así que levanté la cabeza para ver quien elevaba la voz tan fuerte, y vi como ella  discutía con un hombre que tenia enfrente suyo. Yo los tenia a tres metros y si bien no se oía perfectamente, (ni era esa mi intención) el cuerpo de esa mujer expresaba todo. Estaba enojada,  que digo, estaba enfurecida.
Al flaco, que yo solo veía de espalda, (y no era  tan flaco, era más bien grandote), se lo notaba tranquilo. Su cuerpo estaba distendido, como sabiendo que tenía que escucharla. Y ella cada vez peor, movía sus manos, sus pulseras hacían ruido a mucha velocidad, y repetía una y otra vez: ¿Por qué me haces esto?
 Ella explicaba una situación, se desgastaba su voz, analizaba, y se esforzaba dejando toda su energía en poder expresar sus pensamientos, su bronca, su dolor.
Escuché la frase: “ ¿Por qué me comparás con tu ex mujer? ¿Por qué lo haces?
Él no contestaba. Y ella seguía gritando indignada con mucha impotencia.

Cuento esto  porque una lectura inicial es: “que loca la mina como se pone”. Pero los que optamos por mirar más allá, el lado B de las cosas, nos encontramos con más.
En este caso hay un otro que también  la está poniendo así.

La ganas que tenia yo, de levantarme y decirle a la mina: “No te hagas esto”.
No te lo puedo explicar. Quería decirle: ¿Qué será lo que te retiene tanto en este dolor?  ¿Por qué no te vas  y dejás de perder tu tiempo? ¿Por qué estas haciendo tanto esfuerzo acá? ¿No ves que no funciona esto así? ¿No te das cuenta como te estás sintiendo?

No lo hice. No me corresponde a mí decirle a otro, y menos a un extraño, que está perdiendo el tiempo.

Solo con claridad, con el clima despejado, con mucho sol, podrá darse cuenta, si se da el espacio de hacerlo, de que toda su charla no valió la pena. Toda esa energía, ese malestar, no valió la pena.
Cuando  veo esfuerzo en una pareja pienso, ¿Tanta lucha no te cansa?
La teoría de “Luchemos por nuestro Amor”, la descarto totalmente.
 Palabras como: luchemos, peleemos por esto, no me suenan bien, ni fonéticamente ni simbólicamente. Prefiero: “Vamos para el mismo lado”. Es una opinión.

Este hecho me llamó la atención porque me vi en un bar cualquiera, sentada hace unos años, intentando que el otro me entendiera exactamente de la misma manera.
 Que loco, a la distancia, me doy cuenta que la única que tenía que entender, era yo. ¿Entender que? Que no tenía que estar ahí.

No pierdas tu tiempo. A veces simplemente tenés que correrte, y no quedarte en lugares que te hacen daño.

Me hace ruido, cuando escucho que las personas  se despersonalizan, cuando se conforman, cuando inventan y construyen torres de mentiras y de fantasías.
ME HACE MUCHO RUIDO QUE JUSTIFIQUEN TODO EL TIEMPO LO QUE NO SE PUEDE JUSTIFICAR.



Ahora mismo estoy en una pizzería de Boedo, y me puse a escribir. Hace tres meses que dejé el texto ahí, y hoy lo retomo. Hace frío, mucho. La gente no ve por donde camina, y no sabe llevar los paraguas, creo que no perdí un ojo de casualidad.
Pensé, en que aunque esté nublado, para mi sale el sol. Me costó, pero salió el sol.

El silencio de poder escuchar lo que yo llamo la voz interior, y que los pensamientos, los malos, los que abruman, se corran a un costado, hizo que pudiera volver a enfocarme.

Luego de horas de silencio y lograr dormir algunas otras, volvieron la calma y las ganas de escribir.
Una amiga me dijo: -¿Qué necesitás?  -Silencio.
El espacio para detenerme a pensar que estoy haciendo, el para qué, el por qué.
Y lo tuve.

Muchas personas no bajan su propia radio, noté como la gente hace que escucha pero no escucha, o como simplemente están como viviendo una vida, una situación y la cargan de muchas cosas, y muchas emociones ficticias.
Observé mucho armado, mucha estructura y poca verdad.

Demasiado tiempo sin escribir, demasiado caos alrededor, demasiado insomnio.
Ahora que se calmó, ahora que di lugar, ahora puedo escribir. ¿Será casualidad? Ayer, justo ayer, la construcción terminó. Justo ayer el silencio y la calma volvieron a mí.

Que loco, yo me había acostumbrado al ruido. ¿Por qué será que nos acostumbramos a lo malo? ¿Por qué será que nos quedamos en lugares que no nos hacen felices?

Con esto había arrancado a escribir este blog. Me pregunto una y mil veces ¿Por qué?

Pensé en las situaciones de mi vida, de los míos, de los conocidos y de la gente que escucho, y una y otra vez me pregunto: ¿Por qué muchas veces nos quedamos donde ya no estamos sonriendo? ¿Por qué no saltamos de esos lugares de mierda que nos hacen tanto mal? ¿A qué le tenemos tanto miedo?
Creo que más allá del  mal mayor que es “el miedo a la soledad”, pensé seriamente en cuales son las personas que logran escucharse realmente.

Una amiga mía me dijo: “Porque Amo”. Bueno hermosa, haceme el favor, y amate a vos misma primero y no cedas tu felicidad por nada. Porque yo no te veo sonreir. Así que comentame: ¿De qué te sirve ese Amor?

Pensé que si  te quedas en un lugar que no te hace feliz, es porque no querés perder nada, y eso para mi es una locura. En toda decisión hay una pérdida, porque estás decidiendo por algo.  Si elegís A, no elegís B. No es tan complejo “Costo - Beneficio”.

¿Acaso no querés sacrificar nada? ¿No querés ceder? ¿Querés tener todo? Decidí y hacete cargo de lo que decidiste.
 No se puede tener todo sin estar perdiendo algo al menos.

Recuerdo tener dos amores en mi vida, ir  y venir, como cual adolescente que no sabe que quiere, decidí quedarme con el que me brindaba “seguridad” y dejé ir a quien yo creía mi verdadero amor. La seguridad se la llevó el viento, porque nada de lo que creía sucedió, y mi gran amor me dejó de hablar por varios años.
La vida me lo puso en frente, y por fin, pude decirle: “perdoname”. Pero él, muy tranquilo me dijo: No.
Yo le pregunté: ¿Por qué no? Me dijo: porque con tus idas y vueltas, me rompiste el corazón.
Le dije: no tuve intención, fue sin querer, inmadurez.



Bettina: si no sabías que hacer, sino sabías que sentías, o que querías, No hubieras hecho nada.  Lo que pasa es que no querías perder nada.
Es verdad, no quería perder nada, lo interesante, es saber que perdí todo y más.

Muchas veces el niño de la ciudad de “Nunca jamás”  me hacía ver las cosas de una manera muy sabia.
Aprendí que si no sabés lo que sentís, lo que deseás, lo que querés, no tenés que hacer nada, hasta que tengas algo claro, porque podes lastimar a otro.
Y si teniendo “ruido”, avanzas, es porque el otro no te importa.
Es porque solo te importa el no perder vos, y porque decís que hablas de “amor” pero tus acciones, lejos, tienen que ver con el amor.

Yo creí que amaba, pero claramente, no lo suficiente para no lastimar a la persona que en verdad quería.


No se cuando será el día que dejemos de pensar en nosotros mismos, y realmente pensemos en el otro a la hora de brindar amor verdadero.
No se cuando será el día que aprendamos a amar de verdad, desde la entrega absoluta, desde la sanidad.

No se si entendés lo que escribo, pero seguramente alguien te lastimó y  te dijo que fue sin querer, como si eso cambiara las cosas.
Los Hechos no se cambian y las heridas quedan.

No me pidas perdón, no me lastimes y listo. Cuidame. No me digas que me amas, amáme. No me expliques lo que te pasó, ponete en mi lugar.
Amá de verdad, no te ames a vos mismo y que solo valga lo que a vos te pasa, porque hay  un otro enfrente que te está mirando, que te está viendo, que está depositando su confianza en vos y que  te está dando el corazón.

No avances si no sabés. Y si lo haces, avisale al otro donde está parado. Alertalo. Hablale y de esa manera, las cosas serán distintas, porque es el otro el que decide seguir con vos… o no. La frase: el que avisa no traiciona, es muy cierta.
Yo me equivoqué y ya no me justifico. Estuve mal. Y más allá del perdón que pueda sentir, ya está, el daño ya lo hice.

Nuestras acciones hablan de quienes somos, no lo que decimos, sino lo que hacemos

Pensé en que quizás, en este mismo momento, estás perdido, o perdida, pensé en que quizás, sentís confusión, y me parecía bien decirte:“ Ey, pará!”

Quizás si de alguna manera dejamos de hacernos daño por nuestras propias miserias internas, quizás si dejamos de avanzar cuando no estamos seguros, por nuestros propios monstruos, quizás de esa manera, el silencio avance, y dé lugar al espacio, a ese espacio verdadero, que denota, que decanta algo hermoso: La Verdad.
La verdad del suceso verdadero.

El amor es eso hermoso, que se da casi naturalmente.
 Increíble cuando es sin lágrimas, sin celos enfermizos, sin dolor, sin confusión constante, sin tanto esfuerzo.
Y florecen la risa, los nervios hermosos, la transpiración de que algo está sucediendo, las miradas cómplices, y la sanidad, resultado de que lo que haces, lo que decís y lo que sentís van de la mano. El equilibrio justo. 
El compañerismo, entendiendo que no siempre todo va a estar bien, pero teniendo la tranquilidad que hay un otro que está bancando.

Para brindarle paz al otro, tenes que estar en paz con vos mismo, sino por más amor del mundo que tengas, no vas a poder.



Apagá la radio, mirá al que tenes en frente y preguntate una y mil veces

¿Vos que querés? Y ¿Y quién estás siendo?


Debo confesar que el edificio quedó genial, y también que más de un obrero me vio en ropa interior  cuando colgué  la ropa en el tender del balcón,  jamás reparé que mi balcón daba directo a su retina.
No me preocupa, que me vean  casi desnuda, me preocupa que me vean vestida de mentiras  y ocultándome de mis verdaderos sentimientos, de miedos, y de confusiones.


“Guerrera del arco iris” / dedicado a mi amiga Juliett por ser auténtica, por no venderse a nada. Pero más que nada, porque no tiene miedo, porque no lastima, porque aclara, y porque se muestra transparente desde el día uno.

No mucha gente puede decir lo mismo…





Bet

miércoles, 17 de julio de 2013

Humana y Villanos dando vuelta

Cuando era chica solía pensar que los villanos que conocía eran lo peor del mundo. No podía haber madrastra más mala que la de Blancanieves, esto fue superado por Cruella de Vil, de los 101 dálmatas. ¡Terrible con su tapadito de pieles! Aunque “Ursula” de la sirenita, no se quedaba atrás. ¡Un pulpo grandote y con esa boca!!! Daba escalofríos.

También lo cierto es que las hermanastras de cenicienta son conocidas por todas las generaciones de mujeres más malas del mundo. ¿Quién no detestó a esas dos?

Debo confesar que me daba miedo Gárgamel, y por mis hermanos conocía bien a Skeletor y Munra.  A Brutos el de Popeye no lo recuerdo tan  malo, pero también lo era, y Pier Nodoyuna me hacía reir y más con el perro risitas.
Me caía simpático el gato de Dr Claw, esa fue la maldad en mi infancia.

Es cierto que algunos duraron hasta mi adolescencia, aunque hubo otros villanos que aparecieron después, en un montón de películas, como ser el payaso maldito en I.T.  Frases recordadas por mi hermana Marcela, “Todos flotan  Georgi, y cuando tu estes acá también flotaras jajajajajaja” o “ Si decía Marge en el timbre”, o “Me preocupas mucho Berverlhy”.
Visto por todos, Freddy, (No te ibas a dormir tranquilo) o Cándyman, si repetías 5 veces la palabra Cándyman frente al espejo, lo hacías medio asustado. El tipo tenía avispas en el cuerpo. 

Villanos y Villanas



Hoy recuerdo esto hasta con cierta risa, aunque la verdadera maldad en la realidad es un poco más cruel.

¡Hola! ¿Cómo están? Yo por suerte bien, ya guardé mi instinto asesino en un cajón y por eso puedo escribir.

4:14

Madrugada, aunque quiera dejarla no puedo. Tengo a mi lado un vaso de coca-cola y un chocolate, y les cuento que luego de varios días de querer meterme en un agujero como Alicia en el País de las Maravillas, y pensar que lo mejor que me podía pasar era que me persiguiera un conejo blanco, para no escuchar el mundo; pude salir a la superficie, respirar, meditar, ver a mi alrededor, sonreír y brillar nuevamente.

Así que acá estoy.

La maldad puede estar representada de manera visible, de hecho vemos situaciones horribles en el noticiero todo los días.
Pero yo hoy voy a escribir de la otra, de la forma invisible, la maldad que está ahí y no te das cuenta que está.  


Cuando él me llamó por teléfono de línea  hace años y me dijo que tenía algo importante para contarme, por su tono de voz, pensé que iba a ser padre.
Era joven, así que yo comprendí que no estuviera contento. Cuando lo vi, le dije: ¿Qué hiciste?  ¿Con quien?
Me dijo: ¿De qué hablás? Y le dije: no se. ¿Vas a ser papá? Y me dijo: ojalá, esto es otra cosa, es peor. Sentate

El me dijo: solo te lo voy a contar a vos. Creeme. Y yo creo hasta en los duendes, así que le creí. El me había contado algo muy parecido a esto. No se si exacto porque estamos hablando de hace años, pero era algo así.

“Betty, trabajo en un bar, siempre viene un señor a la barra en frente mío,  me mira, pide un café y sonríe, y luego se va”. Me daba escalofríos cuando lo veía. Así sucedió varias veces. Durante varias semanas. Hasta que un día el señor “x” y yo comenzamos hablar. El comenzó hablar. Sabía cosas de mi vida. Cosas que yo jamás le había dicho a nadie, de mis abuelos, de mi historia.
El punto es que la última vez que lo vi, le pregunté muy tranquilo si era un ángel, y el me dijo: “Lo contrario”.

Mi amigo fue la última vez que vio al señor del bar.  Cuando me lo contó, le dije: ¿Vos decís que estuviste con el diablo sentado en una mesa, Rubio?  ¿Estás drogado? Y el me dijo: mirá, yo no se quien era, pero el tipo alas no tenía, me contó muchas historias que tenían más maldad de que lo que podés imaginar, y sabía cosas que nadie podía saber, eso si lo sé. Recordemos que el me llamó asustado porque el tipo no fue más al bar y desapareció del mapa, entonces eso lo tenía aún más abrumado.

Mi amigo decidió renunciar a la semana. Meses después nos enteramos que en ese bar pasó de todo. Y el me dijo“ Yo te dije Betty, menos mal que me fui de ahí”

Creo que con mi amigo nunca más volvimos hablar de esto. Pero esta semana me acordé, me dieron ganas de llamarlo para contar mejor esta historia, pero ya no vive acá en Baires. Para pensar ¿No? El tuvo a su entender la maldad cerca, quizás personificada, no lo sabemos, creo que siempre ambos dos tendremos esa duda.

Yo no voy a entrar en detalles de la maldad visible, como un tipo que mata una nena y la mete en un camión de basuras, o como los violadores y asesinos están sueltos por ahí,  y tampoco puedo hablar de la maldad religiosa, porque no conozco del tema. Pero hay  maldad que conozco y la tengo muy cerca y es esa, la maldad que “sonríe”, que parece que no, pero está ahí. Los malos vestidos de buenos. Los malos que sonríen. Los malos que no desean el bien. Los malos que se convirtieron en malos porque están muy mal en su vida. Pensé en ellos.

Todos tenemos gente mala alrededor. Éstos, quizás, no se creen tan malos, porque no son conscientes del daño que hacen.

Pensé en las relaciones conflictivas, adictivas, en la manipulación, en el abuso de poder, en la mentira, en la avaricia, la hipocresía, en el egoísmo, en el egocentrismo, y sobre todo en la envidia. 

Los malos tienen todo esto. Creen que no lo tienen, pero lo tienen. Quizás, no todos los condimentos, pero alguno que otro si.
Y quizás, la pregunta que nos hacemos nosotros es. ¿Qué les pasó? ¿Qué les habrá pasado en su vida para estar y ser  así?
Pensé seriamente que uno no debe desear el mal a nadie, porque todo es energía, y esa misma energía vuelve, y como vuelve, circula en el aire, en nuestra atmósfera, entonces, reflexioné sobre como hacer con esta gente, que hacer,  y como detectarla.

Pensás en malos y se te vienen los jefes ¿No? O los ¿Ex? O ¿Tus enemigos detectados?
Yo te hablo además de los que todavía no te diste cuenta. De aquellos que además se las ingenian para generar climas hostiles, oscuros, o logran que gente que se quiere, se pelee. “Divide y reinarás”. Creadores de conflictos sin que te enteres. Los que “llevan y traen”, etc.
Verlos en acción, te aseguro, que es muy sorprendente. Comúnmente también denominados “Los que ponen fichas en contra, de manera sutil”. Son muy inteligentes.

Ellos y ellas. Son nuestros protagonistas de hoy. Nuestros Villanos.


Debo confesar que me cuesta descubrirlos, a algunos les saco la ficha, pero a otros no. Mis papás me enseñaron que uno nunca termina de descubrirlos, y que de hecho, uno se sigue sorprendiendo de lo que puede llegar a tener alrededor. Les pregunté si no servía justificarlos, y una vez Mirta, muy inteligentemente me respondió: “No, Bettina, uno siempre tiene la posibilidad y la libertad de elegir. Aun en la peor situación, tenés el bien y el mal. Es uno el que decide que hacer”.
Mamá pocas veces se equivoca.

Me quedé pensando en la respuesta de Mamucha. O sea que algunos actuamos naturalmente para un costado, “el bien”. Pero hay cierta gente, un grupo de gente, que llegado un momento en particular, tiene opción de elegir que hacer, y es ahí donde nos diferenciamos, porque ellos van por el otro lado.

Quizás una mina que resultó ser una botona, tuvo un segundo antes en su mente donde decide cagarse en todos, y “contar lo que no debía”, y así, generar malestar. O quizás, una mina hace uso de su poder “abusivamente” y decide hacerle perder el laburo a varios.
Debería ser genial poder estar en las cabezas de estas personas y ver en ese momento preciso que los lleva a ir por el camino equivocado. ¿Cuál es el pensamiento primario para decir, al carajo con todo y así convertirse en villanos?

Pensalo, no es tan difícil, a la hora de querer ser el mejor, pensás que destruyendo a otro lo vas a lograr, y la realidad es que no. Vos no vas hacer mejor porque destruyas a otro.
Que ejemplo genuino y hermoso el de la película infantil Cars ¿No? El autito no gana...pero gana.
Aquellos que creen que juntándose con personas reconocidas, ellas serán reconocidas… Vos sos quien sos. No vas a ser alguien, por estar con alguien. O mejor dicho, sí, vas a ser un boludo importante.

Me dijeron esta semana:

Los que tienen envidia, no pueden con su vida, no están contentos con ellos, entonces se preocupan por la vida de los otros, en amargarles la vida a los otros. Y yo le digo al envidioso: ese tiempo que te estás tomando, ¿Por qué no lo usas para vos? Para revisar que hiciste con vos, con tu historia. Y creo en una posible respuesta: Porque no pueden, porque sino deberían hacerse cargo de una gran infelicidad, y como no la pueden ni sostener, deciden en no pensar en ellos mismos, y ocupar su tiempo, sus palabras, en otros.

Los que compiten, lo que traicionan, los que cagan sin cesar, hay un momento que pueden hacer algo diferente y eligen no hacerlo. Tienen la oportunidad y deciden claramente que no. Por eso ya no los justifico con nada. Dejé de justificarlos. Así que pasó nº2 una vez detectados, alejarse ya mismo!.Tomá distancia de la gente Toxica.

Hoy me senté con mi amigo Sebas y le dije: yo no entiendo de envidia, porque nunca la sentí y si pensé por un momento “por qué algunos tanto y otros tan poco”, me reí al respecto, pero jamás lo comuniqué a través de violencia.
Hay gente que lo hace de manera instintiva y cree que es una forma de ser y no una miseria muy profunda. No lo ven.

Una vez le pregunté a mi mamá si podíamos justificar que una mujer haya sido mala madre por haber tenido una vida difícil y ella muy tranquila me dijo “No Bettina, no hubiera tenido hijos”, ¿Por qué cagarle la vida a un hijo?

Pensé también en las familias que se cagan con plata. Los propios hermanos, padres a hijos, o hijos a padres. Todo por dinero. Recordé las historias de violencia que me contaron. Pensé en como la sangre ya no tira. En como ya hay gente que ni defiende a los suyos.

Recordé la historia de mi amigo el remisero. Como una profesora no lo aprobaba, solo por bronca a que el tipo estaba estudiando de grande, una voluntad mi amigo el remisero, se ve que envidiable… y el tipo necesitaba el titulo, para manejar una ambulancia y poder darle de comer a sus hijos.  A la tercera vez que lo bochó, fue directo a dirección y le dijo al director: “tómeme el final usted, ella no me va a aprobar nunca”. Y lo aprobaron.

La maldad está ahí, y no solo en grandes magnitudes, sino también en pequeños actos. Como aquellas personas que hablan de personas sin conocerlas. Aquellos que repiten lo que no saben, pero escucharon y les viene bien un comentario más a la charla. Los que por contagio bardean al tercero.

Pensé en la maldad de cuando una persona habla sobre la intimidad de otra sin importarle a cuanta gente puede dañar, los pactos que se rompen, recordé a las personas que se clavan un puñal en la espalda todo el tiempo, o aquellos que sonríen haciéndose amigos de otros, creyendo que lograran algo.

Me reí porque recordé la frase tan conocida de mi amigo El tano, “el ser a la larga cae”.
Las personas no pueden sostener mucho tiempo una faceta, una sonrisa artificial, se les nota, y los demás si son buenos observadores, comienzan a notarlo.
Lo bueno es que hay una recompensa, algunas creen en la recompensa religiosa, ¿A que lugar vas?

Pero acá, en la terrenal, lo bueno es que existe la justicia, y esas personas no paran de perder, se quedan solas, están solas, y se quedaran aun más solas, en la medida que sigan engañando, perdiendo, y lastimando.
Quizás por el momento no, pero a la larga si.

Quizás si lo logran, si logran pensar, si encuentran algún acto que los haga conmover, algún hecho que los movilice, quizás logren resignificar los hechos de su vida  y tomar otro tipo de decisiones. Quizás para no echarle la culpa al mundo entero de sus propios fracasos, logren ser mejores, y así el rebote sea diferente y la energía se mueva en diferentes ámbitos.
Un cambio en la atmósfera de bondad no vendría nada mal. No nos vendría nada mal.

Mis villanos cambiaron, ya no me hacen reír, y sé y soy consciente que los tengo cerca, a algunos los veo, a otros no, y juro que a algunos todavía les sigo dando la posibilidad, porque dentro mío sigo creyendo en que el ser humano se diferencia del animal por el raciocinio, y que puede elegir ser una mejor persona, evolucionar. Yo sigo creyendo en eso, y las convicciones son algo que no hay que soltar tan fácilmente.


En días donde el cielo estuvo nublado, donde vi muchos villanos dando vuelta sonriendo, pensé en justificarlos, y luego dije: No. Ellos están deseando ser así.
Y luego me dio mucha pena porque pensé: quizás no saben, simplemente, como ser mejores. Quizás lo que yo creo que es fácil de decidir, ellos no pueden o no saben como. No lo sé. Y si me equivoco y el villano es villano porque lo desea y tiene su recompensa oculta en ello, simplemente le siento pena.

Pensé a modo de conclusión, que los demás deberíamos tomar partido. Aunque el villano no te joda personalmente a vos, pero vos sepas que se está equivocando. Lo cierto es que como estamos en un momento donde a nadie le importa la vida del otro, ya no nos metemos, no nos involucramos con lo que le pasa a un tercero, y yo creo que eso no está bien. Yo creo en tomar partido, porque creo que es una manera de exponer al que está haciendo las cosas mal. Si uno dice algo que le molesta no va a suceder nada, pero si se lo dicen o demuestran  100 personas, de seguro la cosa cambia de color.

Salí de comer y el padre le pegó al nene de 3 años una bofetada que lo tiró al suelo, no un castigo, lo tiró al suelo de lo fuerte que fue el golpe. Yo estaba al lado de mi sobrino, y le dije: ¿No se te fue un poco la mano? quiero que sepas que deseo que tu hijo de grande te la devuelva. Me miraron los tres. Padre, Hijo y mi sobrino.

Me gustaría pensar que antes de volver a pegarle de esa manera, lo va a dudar. No lo puedo saber, pero quizás si en vez de yo sola, cada vez que lo ven se lo dicen, quizás solo quizás, reacciona y deja de ser tan animal.

Tenemos que poder creer que somos parte del mundo que queremos ver

Terminando
Cuando la semana pasada vi Superman me encantó.
El padre simplemente le dice: “Necesitan creer en alguien,  vos podrás lograr la paz entre los dos mundos, y podrás mostrarles el camino”.

¿Cuál?

“Sacar lo mejor de ellos mismos”.

Cada uno es su propio superhéroe.
Superman no existe, es un héroe de ficción.
¿Pero que lindo sería, no?
Que venga volando, destruya a los villanos, nos libre de todo mal, y que  estemos todos en paz. Que lindo sería… pero no!!!

Así que a laburar, a crear lindas vibras, y sonreír mucho.


   “Es uno quien arma su propia historia y quien decide su propio camino”



¿Vos que querés?



Buenas Noches

Gracias por el amor, los abrazos, los mimos, las estrellas, las palabras de toda la gente hermosa que me rodea.
Gracias vida hermosa, por hacerme tan humana.





miércoles, 22 de mayo de 2013

Se murió mi PEZ (Y el pez por la boca muere)



Cuando llegué a casa me acerqué a mi pecera, como cuando alguien espera que su perro lo venga a buscar cuando llega del trabajo, bueno, así hago yo, voy hasta la cocina, y los saludo,  aunque no lo crean, mis peces son mis mascotas.
Eran las 23 hs. Había tenido bajas, pero quedaba Black.
Cuando me acerqué vi como mi pez  no se movía mucho, en realidad como que hacia fuerza para respirar, me agarró una sensación horrible porque no sabia que hacer,  como ayudarlo, y realmente aunque no lo crean, vi como el pez luchaba por su vida.
Nunca había visto algo igual. Es de no creer, pero lo vi. Me preocupé, llamé por teléfono a  una amiga (que tiene un novio que sabe mucho de peces) y  me dijo: “Bet, es un pez, no podes hacer nada, se va morir”.
Me resigné. A veces solo hay que resignar cuando no podes hacer nada.
Me quedé observándolo, como vi que las plantas de decoración lo estorbaban, se las saqué y solo me quedé mirándolo. Cuando me fui por un segundo a la habitación y volví hacia la cocina, lamentablemente  mi pez había muerto.
Lo saqué de manera suave, lo apoyé en mi mano, me quede mirándolo,  luego lo tiré. 
Lloré. Lloré Mucho.


Cuando pensé que era realmente lo que estaba llorando, pude notar, que no lloraba al pez, si no que lloraba por la impotencia de  no poder hacer nada, lloraba por no saber que había pasado, pensé, ¿Le di de comer de más? ¿Hice algo mal? ¿Cómo es que no me di cuenta? También pensé  “llorás porque viste  el esfuerzo que hacia el  pez, Bettina”. ¿Y por qué no?

la perdida.
Pensé, cuantas perdidas en tan poco tiempo …Cuantas

Buenas Noches!!!
Reconozco que el tema de las perdidas no es un tema alegre, pero confíen en que el blog luego de volar por los aires y ver y sentir muchas cosas bellas en el exterior, tiene un final lindo.
Me gustaría decir feliz...Pero ya sabemos que se dice de los finales felices …

Pérdidas

Hace unos días pasé por Chacarita, más de una vez, más de lo que me hubiera gustado, en menos de una semana estuve ahí dos veces. Imposible no estar con gente que quiero mucho y que suma tanto en mi vida, un abrazo en el momento justo, es lo que hace muchas veces que el dolor sea más llevadero.
Pensé en que se mantiene lindo por las flores de mentirita, son tan coloridas… y lo loco es que son de mentira, siempre estoy en pos de la verdad, y ahí dije, bueno en este caso funciona.  No todo tiene que ser de una manera, a veces es lo que es y ya.
Las perdidas físicas son difíciles de llevar. Para mí, ellos, los que se mueren, están dando vueltas alrededor nuestro y nosotros los seguimos llorando porque los extrañamos. Es una perdida que creo que uno aprende a llevarla con el tiempo, pero cuesta, claro que cuesta.
Está también la pérdida simbólica, esto es  cuando una persona simplemente se evapora de tu vida, se va, se muere. Es horrible pensarlo así, pero es así.  Es también un Duelo. No está más, no tenés más contacto, no sabes nada, esa persona de alguna manera se muere en tu vida, aunque sabemos que difícilmente se muera o desaparezca en los pensamientos, en los recuerdos, en los objetos o hasta quizás en algún momento del día, cuando cruzas una calle, y ves algo que te lleva a esa persona. Es como entender que esa persona no está más, por el motivo que sea, y es como saber  también que hay cosas que estarán siempre ahí.
 Hablo de una pareja como también de amistades, familia, etc.

Perdida Bella

Quiero hablar de una pérdida que tuve hace unos días. Pérdida difícil  que me iluminó. O sea una pérdida que fue dolorosa pero también bella.
 Perdí, por decirlo de alguna manera, una parte mía que no me gustaba.
¿Es raro no?- Lo sé. Pero lo que quiero transmitir es que hay una perdida que es bella, y es cuando perdés algo de vos, de tu formas, de tu comportamiento,  cosas que  no nos gustan de uno mismo que se empiezan a ir, por madurez, crecimiento, decisión o simplemente porque otro te lo muestra y en ese instante eso “se va”
Hace poco, perdí algo mío que no me gustaba, no quiero entrar mucho en detalle de que fue y cómo exactamente, porque no  es el punto; si no  el poder compartir lo que es el darse cuenta cuando uno dice: Basta. Basta de esto.  Yo dije: Basta de esto. Y más que decirlo, lo sentí en el cuerpo.
Quizás vos decís: basta, o quizás en algún momento dijiste basta también. 
Quizás dijiste: Basta de esta manera,  Basta de esta forma, Basta de relacionarme así, Basta de mentirme, Basta de hacer las cosas para quedar bien, Basta de convencerme que esto es la felicidad,  Basta de tener miedo. Hay Millones de bastas. Algunas personas los tapan, otros los atraviesan, otros creen que ya lo atravesaron y el día menos pensado, por un hecho equis, se dan cuenta que no habían terminado con eso que creyeron cortar.

Es difícil y es enroscado, lo se. No todos dicen basta de de verdad. Es más, la mayoría dice Basta de mentira y vuelven a repetir la historia, porque es “más fuerte que ellos,” es más fuerte que uno mismo.
Es una batalla, o mejor dicho,  una guerra, donde  no hay que darse por vencido.

Te cuento, la sensación de dejar ir una parte mía, fue contradictoria. Por una parte es aliviador darse cuenta de los pequeños monstruos de uno, y por otro lado, es difícil despegar lo que llevas con vos mismo hace tanto tiempo.  Aliviador y Difícil. Ninguna de estas dos emociones las podemos  controlar. Es lo que es. Cuando haces  determinados actos que no  te hacen bien, o estás metido en una situación que no te convence del todo, mi amigo el tano dice ¿Cuál es la recompensa oculta?

En eso que estás haciendo, que no estas convencido, tenes una recompensa, aunque no lo creas, queriéndolo o no, teniendo voluntad en ello o no, hay una recompensa en eso. Haciendo eso, estando allí, la pregunta genial es ¿Qué estás  evitando realmente?

Es como cuando una persona te dice: estoy con dos  personas, “No se a quien amo”. Y uno de afuera le dice: a ninguno. Pero la persona insiste con que ama a los dos. Una vez mi amiga Paula dijo una gran verdad: estando con dos personas, no te la jugás por nadie, ni por uno, ni por el otro, ni por uno mismo, porque al final no sucede nada y en esa “no elección” estas decidiendo que nada ocurra.
Si perdes un monstruo tuyo,  si perdes algo de vos que no te gusta… ¿Qué puede pasar?
 ¿Por qué nos costara tanto soltar lo malo, lo negativo? Yo pensé, si me desprendo de esto, ¿Qué será lo nuevo?  ¿Qué será lo oculto?
Esa incertidumbre  a lo nuevo, a lo desconocido, si accionamos nos llevaría a un  cambio,  a una  transformación, a algo distinto que generará  cosas diferentes y resultados diferentes.
Depende de cada uno, estar preparado, y tener la capacidad de verse a uno mismo….
Si uno dice Sí,  es decir sí,  para dejar atrás lo que no nos hace bien, lo que no construye, lo que daña, lo que paraliza, lo que no permite que uno sea autentico, se relaje y sea uno mismo. Hay que poder soltar lo que nos perjudica.

Pensé, que difícil sentir felicidad por  dejar atrás lo que no construye en nuestra vida,  y pensé, que difícil verlo. Que doloroso es darse cuenta.  No se si todos se animan a verse.  Pero cuando lo ves sentís mucha tristeza por verlo, mucha alegría por verlo y por sobre todas las cosas mucho alivio, porque hay algo que se va. Es una mezcla de sensaciones.
La perdida de los monstruos de uno, de los miedos de uno, son como manzanas ricas y jugosas, que no las querés soltar, pero sabes que son venenosas… es como saber que tenes que ser mejor en varios aspectos pero te cuesta mucho.
 Es esa sensación de tener una voz interior que te dice: “acá no es”, vos sabes que por acá no es, pero a veces es más fuerte que uno.
Pasé mucho tiempo viendo como gente que quiero se estrellaba, y hoy entiendo que así como yo perdí  algo mío, todos tienen  su tiempo, su momento para darse cuenta de sus miserias, o de lo que quieren cambiar o no.  Pero también algunos quieren seguir por el mismo camino siempre. A algunos no les interesa estar mejor, o pueden convivir con eso, que no los tiene muy feliz, pero pueden seguir por ahí.

“Me hubiera gustado ser linda y tonta” me hubiera evitado varios quilombitos en mi vida. (risas)

Mi pez murió, y al margen de que compré otro en breve,  necesitaba dedicarle un blog a él, porque ahí me cayeron las lagrimas, porque ahí me dí cuenta, y ahí fue donde me di la oportunidad de decir: “No quiero más esto para mi”.  Hubo un antes y un después.
Mi verdad parcial dice, que es sano darse cuenta, mi verdad dice, que la flexibilidad habla de una gran grandeza, que el dialogo es fundamental entre las personas, que siempre está bueno que si el otro no la ve, “se lo digas claramente”.
Creo que está bueno preservarse pero seguir siendo uno, y creo fielmente que no hay que hablar de más. Que nunca tenes que olvidar que tenes a otro enfrente, con una historia, con un mundo, con heridas y victorias, y que cuidarlo y serle honesto habla de quien sos.
Se murió mi pez (me duele) y el pez por la boca muere. (No hables de más)
Todos tenemos una oportunidad de revisar quienes estamos siendo porque cada minuto que pasa es la oportunidad de cambiarlo todo.

Hace años el  dijo: “el amor nos salva”. Estábamos maravillados el uno con el otro, y luego esa maravilla se terminó.  Lloré 4 meses que la maravilla haya terminado. Los conté.
Lo castigué al pobre hombre muchos meses, muchos años, echándole la culpa,  muuuucho pero muuuucho, mucho tiempo. ”Vos me dejaste”. “Vos terminaste con esto”. Vos, Vos y Vos!
Nos encontramos hace unos días (nuestra relación termino hace 5 años)  tomamos algo rico, y nos miramos y me dijo: “necesité todo este tiempo para volver a vos. Creo que hoy estoy preparado para estar al lado tuyo”, Y yo le dije: necesité todo este tiempo para entender por que no quisiste estar al lado mío... Vos tenías razón.  No se podía estar con una persona que lo único que hacia era boicotear esa relación. Vos me dejaste, pero yo te dejé primero. Perdón por no haber dejado que nuestra historia sea.
Nos besamos fuertemente y nos despedimos. Nuestro Amor, con todas las cosas que pueden tener dos personas de 25 años, quedó allá y hace tiempo. Seria bueno volver el tiempo atrás…
Lo mágico y lo lindo es que pudimos reencontrarnos desde el crecimiento y desde la madurez, y lo lindo es que nos seguimos queriendo, y que más allá de todo, estamos el uno para el otro.

Las pérdidas son muchas veces la salvación.  Son el darse cuenta. Son el comienzo de un camino nuevo. Las pérdidas son reales y desde la falta, desde el vacío, uno se pregunta: ¿Y yo que quiero?
Descubrí que el llenar los espacios de palabras me hizo olvidar lo que era llenarlos de suspiros, hace mucho que no suspiro, hace mucho que no siento ese momento incomodo, ese silencio terrible que te hace transpirar. Es una decisión sentir eso, es la decisión de volver, como dice mi amigo Juan: “entregar las Malvinas”. Entregar el corazón una vez más.

Yo no quiero contradecir a Mi viejo amor, pero lo voy hacer. Cuando él hablaba de que el amor nos salva siempre, el hablaba del amor de pareja,y yo copié ese concepto errado, porque estas semanas me llenaron de amor los que me rodean, los que me conocen, los que me perdonan, los que se ríen de mi, y conmigo, los que me aguantan, los que me callan ,  ellos me hicieron reír, me cebaron mate, me mimaron. Ellos. Y no son mi pareja. Dieron amor a mi mundo.  El amor nos salva, estaba errada en el concepto de qué amor era el que nos salvaba.

Siempre podemos seguir resignificando lo que sucedió, podemos verlo de una manera, y con tiempo, claramente, lo veamos de otra.
Sobre una determinada situación podemos echarnos la culpa, o comprender que así debía ser, o podemos pensar, con el tiempo, que fue lo mejor que podía pasar. Eso dependerá de la apertura emocional, la historia, la flexibilidad y la manera de amar y encontrarnos  con nosotros mismos.

En Panamá cuando me iba de la habitación vi una panameña muy joven trabajando seriamente, le dí un poco de charla, le dije que me perdonara por tener el maquillaje medio tirado, por ser medio desordenada, a lo que me respondió: “Tranquila, no pasa nada”. Le dije que me gustaba Panamá, el clima, etc. y le tiré dos chistes. Se rió. Al otro día volví hablarle como si nada. Y le dije que me quería llevar los shampoo chiquitos, si podía, me dijo: “claro que sí señora”. Y me fui dejando todas mis maletas ahí con todo, le dije: “que tengas lindo día”. (Yo en dos horas ya volvía para hacer el check out)
Cuando subí rápidamente a la habitación para hacer el check out  me encontré con tres shampoos y con un papelito que decía lo siguiente:

“Hola que le vaya bien en su viaje,y espero que regrese pronto, fue un placer atenderla”

Me reí, me emocioné, y pensé…
Si a la gente le das alegría, te devuelven alegría
Si le das miedo, te devuelven miedo
Si le das caos, te devuelven caos
Si no los escuchás, no te escuchan
Si no percibís, no te perciben
Sino te lo permitís, no se permiten
Si no das amor y tranquilidad, no te devuelven ni amor ni tranquilidad
Y si das amor, claramente te devuelven Amor.
Hace un mes quería cambiar mi pasado, quería tener la oportunidad de ir tres meses hacia atrás.  Pero entendí que no se puede, no se puede.
No se puede cambiar lo que ocurrió, y no solo eso, sino que a veces para seguir, lo único que hay que hacer, “es dejar el pasado atrás”.
Dejalo atrás

En La soledad, encontré la totalidad, perdí y dolió, pero si no hubiera sucedido de esa manera , yo jamás me hubiera dado cuenta.

El amor  “ el enamoramiento” es eso donde dos personas quizás se miran, quizás se ríen por algún motivo sin importancia, quizás no se conocen pero se sienten, es eso hermoso que lo sentís y cuando está en tu cuerpo la mirada se ilumina, sonreís y no te das cuenta que estas sonriendo,  el amor es eso que te llena el alma, quizás fueron segundos en un bondi, quizás en una fiesta donde te encontraste hablando con alguien, quizás con esa persona que dormís hace mucho tiempo, hace muchos años o simplemente, él viene a tu vida y sé va.

Se fue pero que bueno haberlo sentido, que bueno que el corazón lo haya sentido. Corazón por favor no dejes de Lartir

Morocha, Vuelta de página :)
Tranquila Mamucha, nada fue en vano. Para que lo repito: " Nada fue en Vano"

Gracias por leerme
Bet